Rocía con spray desmoldante 4 moldes de layer cake y reserva.

Separa las claras de huevo de las yemas y monta éstas últimas en un bol junto al azúcar hasta que quede una mezcla suave y ligera.

Mientras tanto, monta las claras con la pizca de sal hasta que estén semimontadas.

Cuando las yemas estén montadas con el azúcar, agrega la vainilla e incorpora.

Tamiza sobre la mezcla la harina y la levadura química e incorpora a la masa alternándolas con la leche.

Agrega ahora las claras montadas a la masa e incorpora con movimientos suaves y envolventes.

Separa una cuarta parte de la masa en un bol y tiñe con el colorante rosa. Poca cantidad para que quede un rosa pálido.

Agrega colorante roa al resto de la masa, pero esta vez, un poco más, para que quede un rosa más vivo.

Vierte la masa rosa pálido en uno de los moldes que tenías reservado y reparte la masa rosa vivo entre los tres moldes restantes.

Hornea a 180ºC durante 15 minutos o hasta que al pinchar en el centro del bizcocho, el palillo salga limpio.

Retira los moldes del horno y deja enfriar 5 minutos sobre una rejilla.

Desmolda y deja templar los bizcochos. Este es el momento de envolverlos en film y reservarlos hasta el día siguiente.

Trocea el chocolate y reserva en un bol.

Vierte la nata para montar en un cazo y calienta hasta que rompa a hervir.

Retira el cazo del fuego y vierte la nata sobre el chocolate troceado.

Remueve bien hasta que todo el chocolate esté deshecho y obtengas una crema fluida pero brillante.

Reparte la ganache de chocolate en dos cuencos grandes y tapa "a piel" con film.

Deja que la ganache vaya tomando cuerpo en la nevera. Estará lista cuando tenga la textura de una crema firme.

Monta la nata con la ayuda de unas varillas eléctricas.

Cuando esté semimontada, ve agregando poco a poco el azúcar glas y sigue batiendo hasta que esté firme.

Cuando veas surcos en la nata al pasar las varilla, agrega el queso mascarpone y bate lo justo para integrarlo.

Coloca un poco de ganache de chocolate sobre una base giratoria y coloca sobre ella uno de los bizcochos de color rosa vivo.

Carga la ganache de chocolate en una manga pastelera y cubre la superficie del bizcocho con la crema.

Coloca otro bizcocho de color rosa vivo y repite la operación con la ganache.

Coloca ahora el bizcocho de color rosa pálido y repite la operación hasta agotar los bizcochos y la ganache.

Cubre la tarta con una capa fina de nata y deja enfriar en la nevera 30 minutos.

Mientras tanto, saca dos buenas cucharada de nata y pásala a un bol para teñirla de verde con el colorante en gel. Mete la mitad en una manga con boquilla de hoja y la otra en una con boquilla de punto.

Saca cuatro cucharadas de nata y pásalas a un bol para teñirlas de rosa. Métela en una manga con la boquilla 1M de Wilton.

Equipa una manga pastelera con una boquilla de pétalo, en mi caso he elegido la 125 de Wilton. Pasa por la manga un poco de colorante rosa, justo en la parte en la que se encuentra la parte estrecha de la boquilla de pétalo. Carga la manga con 3 cucharadas de nata blanca.

Saca la tarta y cubre con la nata blanca restante. Tener la base giratoria ayuda mucho en esta tarea. Tener una espátula y una paleta es imprescindible.

Con la tarta cubierta de blanco, reparte de manera aleatoria la nata color rosa. Como la crema no está fría, al pasar la paleta, ambos colores se fundirán. No hace falta que quede perfecto.

Decora la tarta haciendo flores en zig zag con la boquilla de pétalo, tallos con con la boquilla de punto y hojas con la otra.

Haz rosetones altos con la nata rosa y la boquilla 1M de Wilton y una cenefa en el bajo de la tarta.

Haz hojas para acompañar los rosetones.