
Misteriosos, enigmáticos, sutiles…muchos son los adjetivos que van ligados a los soufflés. Y desde luego que verlos crecer en el horno parece pura magia.
Pues yo te propongo que lleves esa magia a tu mesa con este soufflé salado de queso parmesano y tomillo y dejes a tus invitados y familia asombrados con tus habilidades culinarias.
Un poco de ciencia:
En realidad, lo que parece magia no es otra cosa más que ciencia. Los soufflés han cosechado a lo largo de los años fama de complicados, de estar solo al alcance de expertos. Nada más lejos de la realidad.
Para hacer un soufflé solo necesitas una crema de base, la cual enriqueces con licor, chocolate o en nuestra receta de hoy, queso parmesano. Finalmente se añaden a esta crema las claras montadas a punto de nieve para obtener una masa aireada.
Esta masa sometida a una temperatura constante (y con los tipos que te voy a dar) sube increíblemente en el horno, y nos da como resultado unos soufflés que parecen nubes.

Soufflé de queso parmesano y tomillo
Ingredientes
- 50 gramos mantequilla + 10 gramos para engrasar los moldes
- 40 gramos queso parmesano rallado o en polvo
- 3 huevos "M"
- 35 gramos almidón de maíz (maizena)
- 240 mililitros leche entera
- 2 pizcas sal
- Tomillo al gusto
Instrucciones
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Fundimos los 10 gramos de mantequilla y untamos con ella 4 moldes para soufflé de Xcm de díámetro y X de altura.
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Separamos las claras de las yemas. Vertemos las primeras en el bol de la amasadora y las montamos con el accesorio de globo y la sal a una velocidad media. Reservamos las yemas.
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Mientras se montan las claras, hacemos nuestra bechamel, que como te he dije más arriba, será la base de nuestros soufflés.
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Para ello, echamos en un cazo la mantequilla y dejamos que se funda a fuego medio.
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Añadimos la maizena y la trabajamos, igual que haríamos con una bechamel.
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Seguimos con el mismo procedimiento y vertemos ahora la leche. Removemos bien, eliminando cualquier grumo que pueda aparecer.
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A continuación agregamos las yemas de huevo que habíamos reservado previamente mezcladas. Verás que la bechamel espesa más.
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Retira la crema del fuego y ya fuera de él, añade el queso parmesano y una pizca más de sal. Obtendrás una bechamel espesa pero fina, sin grumos.
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Vierte esta bechamel a un bowl y añade las claras montadas a punto de nieve. Mezcla con movimientos suaves y envolventes hasta integrar todo y conseguir una masa homogénea.
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Reparte la masa entre los 4 moldes previamente preparados y colocados sobre una bandeja de horno y alisa la superficie si es necesario.
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Pasa una pequeña espátula por el borde de cada molde. Separarás un poco la masa de éste y ayudará a que suba de manera espectacular.
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Esparce tomillo picado al gusto.
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Hornea con el horno precalentado a 180ºC durante 20 minutos.
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Cuando estén dorados, sácalos del horno.
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Sírvelos inmediatamente con un poco más de tomillo picado por encima si lo deseas.
Notas
TIP 1: Cuando untes los moldes con mantequilla, hazlo pincelando la pared de abajo arriba. Esto será como una «guía» para la masa a la hora de crecer.

Como ves, en realidad no son tan complicados y no requieren de grandes conocimientos para hacerlos. Lo más importante es que tengas claro que en cuanto estén horneados, deben ir directamente a la mesa.
Si tienes alguna duda con esta receta o te ha gustado, deja tu comentario más abajo y te contestaré encantada.
Hasta pronto.
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