
¡Este año sí que sí!
Me he atrevido a hacer un Roscón de Reyes y que además cumple con ciertos requisitos que para mí son muy importantes.
En primer lugar, quería un roscón tierno y esponjoso, que no tuviera nada que envidiar a los que puedas comprar, y eso lo he conseguido con un prefermento estupendo y dándole a la masa largos tiempos de reposo.
He prescindido de la fruta escarchada, pues en casa no nos gusta demasiado, y en su lugar, he puesto almendra en láminas y granuladas…¡no nos puede gustar más!
Y el relleno…¡pues una nata montada! Pero por supuesto puedes rellenarlo de lo que os guste más en casa.
¿»Rosconeamos»?
Roscón de Reyes de nata
Ingredientes
- 300 gramos harina de fuerza (mínimo 12% proteína)
- 15 gramos levadura fresca
- 140 mililitros leche templada
- 1 huevo "L"
- 60 gramos azúcar + 3 cucharadas para decorar
- 5 gramos sal
- 60 gramos mantequilla en pomada
- ralladura de un limón pequeño
- 1 cucharadita agua de azahar + unas gotas para decorar
- almendras laminadas para decorar
- 300 mililitros nata para montar
- 5 cucharadas azúcar
Instrucciones
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Empezamos por hacer nuestro prefermento.
Deshacemos la levadura en la leche templada (¡ojo! hago hincapié en lo de templada, ya que si la calientas en exceso, "mataríamos" nuestra levadura y no habrá roscón posible) y agregamos 5 cucharadas de nuestra harina.
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Removemos, tapamos con film y dejamos reposar a temperatura ambiente durante 2 horas. Obtendremos una masa burbujeante, espumosa, vamos…¡llena de vidilla!
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Pasado este tiempo, echamos la harina restante, el azúcar, la sal, el huevo, el agua de azahar, la ralladura de limón y nuestro prefermento al bol de la amasadora.
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Amasamos a velocidad media hasta obtener una masa homogénea, pegajosa y donde se ve que el gluten se empieza a desarrollar (se pueden ver las fibras que van a formar la futura malla de gluten).
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En este momento, añadimos la mantequilla en daditos y seguimos amasando hasta que la masa se vuelva lisa, se despegue de las paredes del bol y el gluten se haya desarrollado (se ha formado la malla). Puede tardar unos 15 minutos.
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Dejamos reposar la masa en un cuenco ligeramente aceitado y tapado con film durante toda la noche en la nevera (yo la tuve unas 12 horas).
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Al día siguiente verás como ha triplicado su tamaño.
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Apretamos la masa suavemente para desgasarla y la boleamos para que nos quede una bola lisa.
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Hundimos el dedo índice en el centro de la bola para hacer un hoyo que la traspase, y vamos agrandándolo para formar nuestro roscón.
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Dejamos reposar el roscón tapado con un paño en un lugar cerrado a temperatura ambiente (dentro del horno apagado es perfecto) hasta que duplique su tamaño.
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Precalentamos el horno a 180ºC.
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En este momento, pincelamos el roscón con huevo batido y esparcimos por encima la almendra en láminas, la almendra en daditos y el azúcar mezclado con el agua de azahar (al mezclarlos obtenemos un azúcar granulado).
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Horneamos durante 20 minutos a altura media. Es muy posible que debas colocar papel de aluminio sobre el roscón, ya que se dora un poco antes de acabar el horneado.
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Dejamos enfriar el roscón sobre una rejilla antes de rellenarlo.
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Partimos el roscón por la mitad y lo rellenamos con la ayuda de una manga pastelera con la nata montada junto con el azúcar.
Notas
Para asegurarte de que está hecho, pínchalo con un palillo y si éste sale limpio, lo está con total seguridad.

Como ves, no es difícil hacer un Roscón de reyes, solo hay que tener paciencia para darle a la masa el tiempo de reposo que necesita.
Déjame más abajo tu comentario si tienes dudas o simplemente te ha gustado este post. ¡Yo te contestaré enseguida!
Hasta la próxima receta.
Abrazos
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