
Esta es una de esas recetas que no podía faltar en el blog. Ni aquí ni en tu recetario, ya que estas croquetas son las de toda la vida, las que con probar un bocado te llevan a la infancia porque son las que hacía tu madre y tu abuela.
Son además una receta de aprovechamiento, pues de hacen a partir de la carne cocida que obtenemos de hacer previamente un caldo casero de sopa de pollo. Así que sacamos el máximo partido a los recursos.
¿Y como salen así de sabrosas, tiernas y jugosas? Pues el secreto está en la sopa…sigue leyendo la receta y sabrás de que te hablo.


Croquetas caseras de pollo y jamón
Ingredientes
Para la masa:
- 1/2 pechuga de pollo
- 1 caparazón de pollo
- 1/2 cebolla mediana
- 3 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- sal y pimienta al gusto
- taquitos de jamón al gusto
- 1/2 vaso caldo casero pollo
- 1/2 vaso leche
- 1 cucharada colmada harina de trigo todo uso
Para el rebozado:
- 2 huevos "M"
- pan rallado
Para la fritura:
- aceite de oliva virgen extra abundante
Instrucciones
Elaboración de la masa:
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Cuando tengamos la carne de pollo cocida y ya fría, la cortamos en pequeños trocitos con la ayuda de unas tijeras. Reservamos.
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En una sartén, vertemos el aceite y rehogamos la cebolla bien picada junto a una pizca de sal hasta que quede pochada.
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Agregamos la carne de pollo en trocitos que teníamos reservada y salpimentamos al gusto. Removemos bien para integrarla a la cebolla.
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Añadimos los taquitos de jamón. Lo integramos también.
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Ahora es el turno de agregar la harina. Removemos la masa, que se volverá dura, durante unos minutos. Es necesario cocinar la harina para que no aporte sabor a harina cruda a la masa de croquetas.
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Y aquí llega el secreto: añadimos medio vaso del caldo casero de sopa a la masa. Removemos y veremos como lo absorbe enseguida.
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Vertemos seguidamente la leche y removemos.
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Pasamos la masa de croquetas a un plato y tapamos con film para dejarla reposar en la nevera.
Elaboración de las croquetas:
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Sacamos la masa de la nevera y vamos formando croquetas del tamaño deseado con ellas.
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Pasamos primero las croquetas por huevo batido y después por el pan rallado.
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Disponemos las croquetas en una bandeja y cuando las tengamos todas, las tapamos con film alimentario y las congelamos hasta su uso.
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Fríe las croquetas en abundante aceite de oliva, vigilando que éste no esté a temperatura muy baja o muy alta, ya que sino la croqueta puede absorber el aceite o bien quemarse por fuera sin llegar a cocinarse por dentro.
Notas
TIP1: Si no tienes caldo casero de sopa, puedes usar un caldo comercial. El resultado no es el mismo, eso si.
TIP2: La masa recién hecha no debe quedar dura, sino que debe tener la textura de unas gachas densas. Si queda muy dura, agrega más caldo o leche. Ten en cuenta que cuando la masa repose en la nevera, se volverá más densa y manejable.
TIP3: Es necesario que la masa repose en la nevera hasta que esté totalmente fría. Dejarla allí toda la noche lo asegura.
TIP4: Las croquetas admiten perfectamente la congelación. Para usarlas, solo debes sacarlas y echarlas directamente en el aceite caliente.

Esto son unas croquetas de pollo de verdad, en las que no hace falta esforzarse por encontrarlo entre mares de bechamel. Aquí el pollo es el ingrediente principal, y el caldo aporta ese plus de sabor y jugosidad que no encontrarás en las croquetas comerciales.
Son las croquetas que he disfrutado toda la vida en casa, y me alegra mucho poder compartir la receta contigo. Espero que la disfrutes.
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