
Se acercan fechas señaladas, y con ellas, empezamos a pensar en los entrantes, platos principales y postres que podemos servir a nuestros familiares y amigos.
Mi propuesta son estos delicados merengues de pistacho y almendra. Crujientes por fuera, sedosos por dentro. Con frutos secos, tan presentes en las recetas navideñas. Y lo mejor de todo es que podrás dejar asombrados a tus comensales con tus dotes en pastelería.

Merengues de pistacho y almendra
Ingredientes
- 3 claras de huevo
- 180 gramos azúcar extrafino
- pistachos al natural al gusto
- almendra en láminas al gusto
Instrucciones
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Montamos las claras hasta que formen picos blandos con la ayuda de unas varillas eléctricas.
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Vamos agregando el azúcar tamizado en forma de lluvia mientras seguimos batiendo el merengue.
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Seguimos batiendo hasta que forme picos duros y nos quede un merengue brillante.
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Forramos la bandeja del horno con papel de hornear y repartimos el merengue en dos mangas pasteleras, una equipada con una boquilla redonda grande y otra con una boquilla Saint Honoré.
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Hacemos pequeños montoncitos con la manga que tiene la boquilla redonda, del tamaño de una nuez, dejando un pequeño espacio entre ellos.
Con la otra manga hacemos pequeños zigzags, siempre con la parte fina de la boquilla hacia arriba. Dejamos también un espacio entre ellos.
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Esparcimos sobre los merengues redondos el pistacho en trozos pequeños y sobre los otros la almendra en lámina.
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Llevamos la bandeja al horno a 95ºC para secar el merengue durante 2 horas.
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Saca la bandeja del horno y deja enfriar 10 minutos los merengues, para después pasarlos a una rejilla con mucho cuidado.
Notas
TIP1: El azúcar está tamizado para evitar que caigan grumos de azúcar al merengue.
TIP2: Es imprescindible conseguir un merengue bien firme para así poder darle forma con la manga pastelera y que aguante todo el proceso de secado.
TIP3: La temperatura del horno es baja porque no debemos cocer el merengue, sino secarlo. Si tenemos la tentación de subir la temperatura del horno para acabar antes, lo único que podemos conseguir es dorar el merengue y que pierda su precioso color blanco.

Los merengues se pueden guardar en una tarro de cristal hermético y aguantan bastantes días en perfecto estado ya que los hemos secado, pero estoy segura que no durarán tanto.
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