
¿Conoces las focaccias italianas? Pues lo que hoy te traigo es una rica y sencilla focaccia de Génova, procedente de la región de Liguria, a la que he dado mi toque personal haciéndola de ajo y tomillo.
No todas las focaccias se hacen del mismo modo, la proporción de ingredientes varía, así como sus tiempos de levado, por lo que obtendremos masas más o menos blandas.
Este tipo se diferencia de otras en el tiempo de fermentación, que es más largo, pero compensamos al obtener una masa de muy fácil manejo, y sé que muchos agradecéis eso.
¡Ponte el delantal, que empezamos!

Focaccia de Génova de ajo y tomillo
(receta adaptada del libro "Pan y dulces italianos" de las hermanas Simili)
Ingredientes
- 330 gramos harina floja ( 9% proteína)
- 10 gramos levadura fresca
- 185 gramos agua templada + 1 cucharadita para pincelar
- 6 gramos sal + 2 gramos para pincelar
- 2 cucharadas aceite de oliva virgen extra + 2 cucharadas para pincelar
- 3 dientes de ajo picados
- Tomillo al gusto
Instrucciones
-
Deshacemos la levadura fresca en menos de la mitad del agua.
-
Añadimos 2 cucharadas de la harina, la sal y el aceite.
-
Agregamos la harina y el agua en dos veces, alternándolas entre ellas.
-
Amasamos durante no más de 10 minutos.
-
Aceitamos un bol y dejamos fermentar nuestra masa tapada con un paño húmedo o film hasta que doble su volumen. Ya sabéis que esto dependerá mucho del calor que haga en vuestra cocina, de la temporada del año en que nos encontremos, etc.
-
Cuando haya doblado, la sacamos y le damos forma rectangular sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Puedes formarla con el rodillo o simplemente estirando la masa con la mano. ¡Se manipula de maravilla!
-
Dejamos que la masa repose 30 minutos más, tapada con el paño húmedo.
-
Pasado este tiempo, hundimos los dedos en la masa para formar los hoyos característicos de las focaccias. Los dedos deben tocar la bandeja del horno al hundirlos.
-
Esparcimos por encima el ajo picado y el tomillo y pincelamos con la mezcla de aceite, agua y sal.
-
Dejamos que nuestra foccacia fermente (ya sabes, siempre tapada) hasta que vuelva a doblar su tamaño (tardará mínimo una hora).
-
Horneamos a 200ºC durante 35-40 minutos, a altura media. Veremos que nuestra focaccia se dora en su superficie.


Como ves, no es tan difícil como pueda aparentar, y te aseguro que disfrutarás mucho haciéndola, por lo que no puedo más que insistirte en que la hagas en casa, ¡no te arrepentirás!
Si tienes alguna duda o simplemente te ha gustado la receta, házmelo saber dejando tu comentario más abajo y yo te contestaré encantada.
Me gusta muchísimo cómo ha quedado el blog (¡y la focaccia!). Sé que el trabajo que llevan estas cosas es mucho, pero ¿verdad que se hace con una ilusión tremenda? Cómo lo vas a disfrutar, querida Ana Cristina. Un abrazo enorme, cariñete!
Qué bien leerte por aquí, querida Rosa! Eso espero, disfrutar mucho de este nuevo blog y que personas tan estupendas como tu me acompañen 😉 Un abrazo enorme!